martes, 16 de septiembre de 2014

DESEO.

                          Fotografía: Anabel Garay 2014

Deseo desbordarme,
rebosarme.

Esparcir mis semillas
germinar mis embriones.

Deseo ramificarme,
extender mi savia por ramas infinitas.

Deseo sobrepasar
las fronteras de mi piel y de mi carne.

Deseo ser más veces yo,
en más vidas distintas.

Deseo ser carpintera, atleta, maga, hechicera...
Deseo ser pájaro, insecto, pez, ardilla, cebra...
Deseo ser tormenta, rayo, cometa, acantilado...

Deseo formar nuevas estrellas,
nuevas galaxias, nuevas Tierras.

Deseo que mi luz encienda otra luz
y esta luz a otra luz,
hasta los confines del universo.

Deseo seguir Deseando
cada segundo.

Con todas mis fuerzas.
Con toda mi sangre.
Con todos mis átomos.
Con todas mis células.


jueves, 4 de septiembre de 2014

LEPIDOPTEROFOBIA


                                                              "Mariposas, estrellas y rayos de luna".1996
                                                                                                              Anabel Garay 

Debo confesar mi extraña relación amor-fobia hacia estos seres.
Desde niña los he dibujado, pintado cientos de veces, de cientos de colores. 

Realmente me resultan bellos en sus formas, sus movimientos, su biología. 
Sus diseños simétricos, a veces tribales, 
despiertan en mí, una curiosidad y atracción misteriosa, casi mágica.
Su efímera existencia 
(la mayoría vive sólo unos días en la fase de insecto) 
me resulta poética incluso trágica.


Aunque, paradójica y casi simultáneamente, me producen terror. 
Un pavor...totalmente irracional, ridículo, desproporcionado; 
especialmente cuando un lepidóptero y yo compartimos un espacio cerrado y pequeño...

Su aleteo caótico, 
aparentemente descontrolado, 
se convierte en un ataque kamikace y totalmente personalizado hacia mí.

Antes de que una "maléfica" polilla me intercepte y envista repetidas veces
yo ya he sufrido varios microinfartos y he urdido varias estrategias de defensa, ataque y huída 
(sin mucho éxito). 

Es absurdo, cómico y a la vez incómodo vivir con esta condición, 
pienso que puede ser una reminiscencia de una vivencia que tuve de muy niña:

"Una mañana de verano, yo dormía tranquila, 
en mi pequeña cama blandita, de cabecero niquelado, 
en la seguridad y protección del hogar paterno.
 Cuando al amanecer, me desperté precipitadamente y
noté como un ser alado, que no supe identificar, 
intentaba entrar en mi nariz con insistencia.
Somnolienta le dí un manotazo, me libré de él y me volví a dormir."

No fué hasta bien entrada la juventud, 
cuando tuve las primeras experiencias fóbicas hacia polillas y mariposas en general.

En la próxima entrada contaré un inquietante sueño
que he titulado: "Mariposa de color sangre".

Bueno, ya lo he dicho:

 "SÍ , SOY LEPIDOPTEROFÓBICA" 
y espero que todos digáis eso de... "TE QUEREMOS!"


miércoles, 3 de septiembre de 2014

AHORA QUE CREES QUE ESTÁS SOLA

  Fotografía. Anabel Garay. 2014

Ahora que crees que estás sola,
niña torpe, niña tímida
  de figura redonda
                          subes el volumen del giradiscos                          
bajas las persianas
apagas las luces
te despojas de tus ropas
 tus miedos y complejos.

Ahora que crees que estás sola,
 la casa en penumbra es tu escenario
te sientes ligera y bella
mientras bailas "Fragile" y "Little wing"

Ahora que crees que estás sola
tus pies desnudos
se deslizan a grandes pasos
sobre el frío y gris gres.
Alzas y giras tus brazos
poniendo en marcha el reloj de estrellas.

Ahora que crees que estás sola
das vueltas, saltas
imaginas que eres una gran bailarina...
Y tu cuerpo blanco, al danzar,
forma un remolino de luz
que arrastra mares de lágrimas,
 de sueños y quimeras
de amores platónicos.
Tú los evaporas, los sublimas
"como lágrimas de estrella".

Ahora que crees que estás sola,
niña pálida, niña tímida
tus pasos son gráciles, firmes, seguros.
Ahora tienes alas...
¡vuela dónde quieras!


Ahora que crees que estás sola     
       y que yo, te observo en mis recuerdos.         
  

miércoles, 27 de agosto de 2014

ESNIFANDO RADIOHEAD

Fotografía. Anabel Garay. 2014

Esnifando Radiohead noche tras noche
durante los 99 días de este interminable verano.

Recogida, regocijada
me zambullo en su música amniótica y sideral.
Segura, protegida,
como feto en el vientre materno.

A salvo durante unos minutos, 
cada noche en el retorno a casa,
ahuyento mis fantasmas cotidianos.

Fuerzo mis pasos
para marcar el ritmo de "Paranoid Android"
y acelero con "There there".
Ultrarrepetidos acordes y sonidos
que tantas veces me han arropado,
forrando de algodones, a veces punzantes,
estos días en que mi alma se siente frágil y solitaria.

La voz afilada y penetrante de Tom Yorke
dibuja mi desgarro interior,
encajando cual sinapsis 
con mi hartazgo, apatía y desilusión general.
Actuando como ácido balsámico y neurotransmisor 
de una chispa de esperanza.

Atravieso el gigante azul y blanco de hierro,
y a cada exhalación imagino que éste me empuja 
      suave e irremediablemente hacia la oscura corriente...    

Vuelo, floto,
me licúo, me evaporo,
mecida por el viento 
y los sonidos xilofónicos de "No surprise"
dulce y templada canción de cuna adulta.
Que duele...
Y alivia, a la vez...

miércoles, 2 de julio de 2014

LA MARIPOSA DE COLOR SANGRE

Fotografía. Anabel Garay. 2014

Es una mariposa de color sangre,
y recorre a cámara lenta mi oscuro y húmedo salón,   
iluminado por varias teas.

Tiene un tamaño descomunal,
y un tono rojo sangre, intenso, 
con reflejos dorados y transparencias.

No posee cabeza, ni tórax, ni abdómen ni extremidades.
Sólo unas alas enormes, como velas de un navío.
Se agitan con languidez, 
haciendo flotar el encarnado velero por la estancia. 

Observo el espectáculo desde mi butaca, extasiada, 
me acomodo mi foulard rojo, de seda interminable,
tan largo que da dos vueltas a mi garganta y aún toca el suelo...

Cuando el extraño ser llega a mi costado,
desaparece, cual buque fantasma,
y en su lugar se muestra una mariposa sanguina, 
mucho más menguada.

Ésta se posa con decisión en el extremo de mi foulard. 

Se para un instante,
y siguiendo, lo que adivino como una bien perfilada hoja de ruta
avanza, asciende, escala, lentamente por él. 
Pero sin pausa.

Mi admiración se torna vertiginosamente en pánico,
¿qué quiere de mí? ¿qué pretende?
Consternada en mi butaca, el miedo me encoge, me inmoviliza.

Mi foulard, me ahoga, me aprieta cada vez más, conforme ella va trepando.

A unos centímetros de mi cara, 
compruebo que la mariposa tiene la misma textura y color que mi foulard,
comprendo, ahora, aterrada que son de la misma materia.

A punto de encumbrarme y alzarse sobre mí, 
siento un vuelco, una tremenda sacudida,
un golpe brutal que me aturde, me asfixia, 
creo que voy a fenecer.

Tras varios resuellos, por fin recupero el aliento, extenuada

Abro los ojos, 
mi visión ahora es inusual, panorámica.
El salón, la butaca, las paredes, las luces
se muestran como una realidad extradimensional, casi alienígena.

Poco a poco, 
me voy acostumbrando a esta increíble forma de percibir mi alrededor,
Extiendo mis extremidades vigorosamente, 
hincho mi abdómen, 
despliego mis alas de color sangre

... y emprendo el vuelo.























lunes, 23 de junio de 2014

VÉRTIGOS

                                                               
                                                              VÉRTIGOS


      "Vértigos".Anabel Garay.2014

Y en mi cabeza,
 las sillas voladoras giran en vertical.


Amenazándome con sus tensas cadenas,

cual asesino despiadado que juega con ellas sabiendo que, 
no podré escapar...

El viejo carrusel de la plaza Sas gira frenéticamente, 

me rodea, me aturde, me voltea las mandíbulas, las sienes.


Su desgastada música penetra, sin permiso, en mi oído interno.


Desafinado, suena una y otra vez el valls de Strauss

haciendo bailar estos malditos "cristalitos" 
por canales y laberintos auditivos que no debieran.

Vuelvo por el Coso, rigidez, 
mis piernas titubean
mi garganta se cierra.

- " Tranquila" - dijo el galeno de turno. 

- " Son vértigos, tómate esto, aquello;  y (...) esto otro también  ".

- "Reposo y ¡tiempo al tiempo!" - afirmó en tono socarrón. 
"Los cristalitos volverán a su lugar".