(“Come to me... I caught you… I nurse
you…”)
Cuando Bjorkeas
mis oídos,
mi hiel se
licúa.
Diseccionada
por tu voz,
(extraño
bisturí del alma)
extirpo
tumores,
tejidos,
podridos,
dormidos
ahogados
necrosados,
Inútiles,
innecesarios.
Tus alaridos
punzantes,
tus mandíbulas
cortantes,
babeantes,
me
atraviesan sin tregua
extrayendo
apestosos humores
sanguinolientas
aguas.
Nunca
soporté el dolor
de tu
estridencia
de tu
disarmonía,
tu quejido a
contratiempo
tu hedor ácida
y amarga.
Sin embargo,
ahora,
te busco a
ciegas,
te llamo sin
apenas voz,
te suplico
de rodillas
que me
sostengas,
me acunes,
me abraces,
me ablandes.
Sin embargo,
ahora,
te mendigo
una corrosiva nana
especiada,
picante
fresca,
escalofriante
que queme,
que escueza
que rasque,
que rasgue
que abofetee
y pellizque
que me
hipnotice
cual canción
de sirena en trance
Que me
envuelva
y me
duerma...
Bojrk! Come
to me!!
Cálmame,
embalsámame.
Recógeme
si salto desde
los tejados
ó las
montañas rusas.
Agita tu
varilla,
¡disuélveme!
Si un día me
sumerjo
en el océano
en el océano
toco su
fondo
y bebo su
sal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario